Carnes y pescados congelados, hortalizas, frutas, verduras, lácteos, productos farmacéuticos, órganos para su trasplante o todo tipo de compuestos químicos, dependen de la Cadena de frío. La Cadena de frío comprende todo el proceso de transporte de un producto perecedero desde que es envasado térmicamente hasta su uso final por parte del consumidor. Es un proceso fundamental donde es vital mantener un equilibrio térmico constante, y que condiciona desde el buen estado de los alimentos de nuestros mercados hasta los tratamientos médicos, pasando por los abastecimientos humanitarios o la producción de la industria química.
El Laboratorio Central Oficial de Electrotecnia de la ETSII (LCOE) es la primera institución en España en homologar el cumplimiento de la Cadena de frío durante el transporte de los bienes perecederos, tal y como acredita el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Su función es validar el estado óptimo de aislamiento y conservación de las cámaras, así como la total precisión de la metrología que monitoriza todo el proceso.
Para ello, los vehículos a analizar son puestos a prueba en el túnel de frío y sometidos a gélidas temperaturas para comprobar su resistencia, rendimiento y grado de precisión de las lecturas.
El informativo de la sobremesa de TVE dedicó un reportaje a la labor de los técnicos del laboratorio (a partir de 29:22):